Salió la quinta temporada de Black Mirror (con sólo tres historias, como antes) y nos dio la excusa perfecta para rankear cada capítulo hasta ahora. Nos quejamos de que son muchos, de que son pocos, de que ya no es como antes, pero la serie creada por Charlie Brooker sigue siendo la regla con la que medimos nuestra relación con la tecnología, su actualidad y futuro. Así quedó nuestra lista en orden de preferencia desde el que más nos gustó hasta el que no tanto, ¿cuál te gustó/perturbó/fascinó más a vos y por qué? Nuestras inteligencias artificiales los leen.
THE ENTIRE HISTORY OF YOU (S1): El del dispositivo que graba todo lo que vives.
El ejemplo más acabado y claro de lo que es Black Mirror: un espejo negro en el que vemos los dilemas humanos (morales, psicológicos, pasionales, políticos) que acompañan el avance tecnológico tal como lo venimos viviendo. Podrá haber capítulos mejor actuados, más divertidos o estridentes, pero este siempre pega de lleno.
SAN JUNIPERO (S3): El del cielo tecnológico y los años ochenta.
La tercera temporada trajo algunos de los pocos momentos optimistas de la serie, como la relación entre Kelly y Yorkie y esa posibilidad de tener una segunda oportunidad en un paraíso nostálgico dentro de un servidor. El episodio logra balancear perfectamente el miedo a la muerte y el olvido, la nostalgia, el temor a no haber vivido realmente y las infinitas preguntas a las que nos puede seguir exponiendo la evolución de lo virtual.
BE RIGHT BACK (S2): El del General Hux/Bill Weasley y Peggy Carter.
Olvídense de la lucecita esperanzadora de San Junipero. Este capítulo también fue dirigido por Owen Harris pero es uno de los más desgarradores de toda la antología. El corazón no sólo se parte en mil gracias a la actuación de Hayley Atwell como una mujer que pierde sorpresivamente a su pareja (Domhnall Gleeson), sino también porque nos enfrenta a un dolor que de alguna manera ya es frecuente. Cualquiera que haya perdido a un ser amado en épocas de redes sociales entró más de una vez a sus perfiles para sentir aunque sea por un ratito que estaban de nuevo acá. ¿Y qué pasaría si pudiéramos recrear una especie de algoritmo de esa persona, para de alguna manera revivirla? Puede que ahí terminemos encontrando más dolor que en la pérdida misma.
USS CALLISTER (S4): El que es como Star Trek pero no.
La temporada cuatro llegó con más episodios y más presupuesto. Eso quedó clarito en este primer episodio, que por un momento parecía una especie de sátira trekkie pero terminó siendo una disertación acabadísima (ja) sobre masculinidad tóxica, acoso laboral y maltrato. Hay burlitas para las fórmulas clásicas del sci-fi de este tipo, sí, pero la historia de este capo techie humillado que tiene clones de sus compañeros de laburo atrapados en una simulación de su show favorito va mucho más allá. Una de las mejores alegorías en la historia de Black Mirror.
WHITE CHRISTMAS: El “especial de Navidad”.
Bien en sintonía con nuestro puesto anterior, esta muñeca rusa de pesadillas tiene varias ideas tan fuertes y retorcidas como nuestro potencial. Es uno de los capítulos más pesimistas y también uno en el que se destaca particularmente esa especie de sorna o humor negro que el creador Charlie Brooker maneja tan bien. La estructura y la facilidad con la que conecta cada relato son para estudiar en escuela de guión.
HANG THE DJ (S4): El de la app de citas *sale mal*.
Un sistema que une parejas y les da una fecha de vencimiento, una pareja por la que alentar y creer. ¿Qué son la atracción, el enamoramiento y el amor en épocas de algoritmos? La comedia romántica que merecemos y necesitamos.
METALHEAD (S4): El de los perritos robot.
Una de las historias más jugadas o alejadas de nuestra realidad, pero no por eso distante. En un escenario postapocalíptico en blanco y negro una mujer escapa de un “perro” robot, que es más bien la versión H. R. Giger de un droide de Star Wars. El capítulo para volver a ver una vez que cualquiera de los otros te estrujó el alma.
THE NATIONAL ANTHEM (S1): El del primer ministro y el chancho.
Con este empezó todo. No era fácil en 2011 recomendar una serie cuyo piloto incluía el secuestro de una princesa y la transmisión en vivo de la violación de un chancho por parte de un líder británico. Por suerte el mundo prestó atención y se enamoró de esa capacidad de impacto, reflexión y sátira social y política. ¿Te acordás cómo llegaste a la serie?
WHITE BEAR (S2): El de la penitencia.
Lidera la lista de spoileables. Una mujer cuya memoria es borrada todos los días vive encerrada en un loop infernal de 24 horas como castigo por un crimen cometido. Si bien las herramientas que usa no son novedosas (la amnesia, el protagonista no héroe) acá lo tremendo es que nos expone a esa crueldad infinita de la que somos capaces cuando nos sentimos seguros en manada. Hola, Twitter y Facebook.
NOSEDIVE (S3): El que tiene el sistema de puntos (sí, ese que ya estamos viviendo)
Una de las grandes diferencias de este capítulo -además de haber arrancado la época Netflix, con actores no británicos- es el clima y la paleta de colores. Todo parece salido de una publicidad de artículos para el hogar, hasta que empezamos a adentrarnos en esta sociedad en la que todo pasa por la calificación que le ponemos constantemente al resto en una app de estrellitas que estructura la sociedad. Bryce Dallas Howard frente a cámara, Joe Wright dirigiendo, Rashida Jones y Michael Schur en el guión. Risas y advertencias.
ARKANGEL (S4): El de la mamá que fue demasiado lejos.
PLAYTEST (S3): El del jueguito que al final era un poco más que eso.
BLACK MUSEUM (S4): El de Shuri fuera de Wakanda.
HATED IN THE NATION (S3): El de las abejas.
STRIKING VIPERS (S5): El del falso Mortal Kombat que empujó más allá a una amistad.
SHUT UP AND DANCE (S3): El de los hackers, las amenazas y la “búsqueda del tesoro”.
FIFTEEN MILLION MERITS
SMITHEREENS (S5): El de Moriarty chofer con culpa.
CROCODILE (S4): El del delivery de pizza.
BANDERSNATCH: ¡El interactivo!
MEN AGAINST FIRE (S3): El que parece Call of Duty.
RACHEL, JACK AND ASHLEY, TOO (S5): El de Miley Cyrus con pelo rosa.
A 3 meses de haberse dado a conocer que HBO había dado luz verde para el desarrollo de House of Dragon, el primer spinoff de Game of Thrones, hoy se ha develado que esta nueva serie estrenará en algún punto del 2022, o al menos así espera que suceda Casey Bloys, presidente de HBO.
Durante los TCA Winter 2020, Bloys dejo abierta la posibilidad para que su estreno se dé dentro de 2 años más, ya que los guionistas de la serie aún están escribiéndola. Además reveló la causa por la cual fue desechado el piloto de Jane Goldman que situaba la historia miles de años antes que la historia original y que tenía a Naomi Watts como protagonista.
“Se requirió mucho pensar acerca de cómo se vería en ese entonces, ¿cómo hablarían y se relacionarían las personas entre sí y cuál era la mitología subyacente? Fue un cambio realmente grande…”
— Casey Bloys
Casey Bloys reconoció el gran desafío que Goldman planteó al situar la historia en un pasado con pocas referencias a lo que ya se ha visto. Y señaló que House of the Dragon fue elegida debido a la gran ventaja de tener a George R.R. Martin dentro del proyecto, además de contar la historia de la familia Targaryen.
Por ahora House of Dragon es el único proyecto basado en el universo de Game of Thrones, el cual es prioritario para la cadena, por lo cual los otros spinoffs que se estaban proyectando no tendrán un desarrollo inmediato.