Cada vez son más las personas que optan por leer las etiquetas de los productos antes de comprarlos. Un sencillo gesto con el que conocer la composición de los artículos y ajustar las decisiones de compra a nuestros intereses o criterios: si son ecológicos, hechos con aceite de palma, si contienen aditivos peligrosos par la salud…
Y es que como indica la Agencia de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), el etiquetado de alimentos constituye “una herramienta clave” para permitir a los clientes “realizar elecciones informadas sobre los alimentos que compran y consumen”.
En este sentido tanto a nivel nacional como comunitario (UE) existen una serie de normas que regulan la información obligatoria que deben recoger las etiquetas de los alimentos. De esta forma el etiquetado permite saber datos útiles que van desde la cantidad de azúcar contenida hasta si se trata de productos modificados genéticamente.
Pero aunque resulte esencial informarse sobre la composición de los productos que vamos a consumir para conocer entrañan algún riesgo para la salud, nadie puede negar que consultar cada etiqueta al hacer la compra puede resultar terriblemente tedioso y desesperante.
Para hacer este hábito mucho más sencillo, en 2017 surgía en Francia Yuka, una aplicación móvil destinada a simplificar la lectura de etiquetas de alimentos para conocer de un vistazo si un producto es saludable o no.
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Con más de 10 millones de usuarios conseguidos en estos dos años, la aplicación desembarca ahora en España, donde ya es capaz de conocer el 70% de los productos comercializados en nuestro país.
Escanear la etiqueta para saber si un producto es saludable
El funcionamiento de Yuka es muy sencillo.
La aplicación, que está disponible tanto en iOS como en Android, permite el escaneado de los códigos de barra de un producto alimenticio. Una vez realizado esto, la app devuelve una sencilla ficha con los detalles de la evaluación en función de sus componentes.
Ficha de evaluación que devuelve Yuka tras el escaneado de la etiqueta. Yuka.
Para hacer aún más simple la lectura ofrece un código de color que va desde el rojo (si el producto es considerado malo) a verde (cuando es beneficioso). Además, cuando el producto seleccionado obtienen una valoración negativa, la app recomienda opciones similares más saludables.
Para establecer la valoración de los alimentos, la app se basa en tres criterios:
- La calidad nutritiva del producto, basada en el método de cálculo de Nutriscore.
- La presencia de aditivos que puedan resultar peligrosos para la salud —para lo cual la app se basa en el estado de la ciencia en ese momento, teniendo en cuentas informaciones de EFSA, la ANSES y del CIIC entre otros.
- Por último el aspecto biológico del producto, basado en si cuenta con el etiquetado bio que impone la UE.
En cuanto a las valoraciones y recomendaciones estás se llevan a cabo a través de un algoritmo independiente sin influencia de marcas o fabricantes. Según afirma la propia app no facilitan los datos de usuarios a terceros ni permiten la publicidad.
Su modelo de negocio se basa en las suscripciones a su versión premium. Por 15 euros anuales este permite acceso sin necesidad de cobertura, historial ilimitado y un motor de búsqueda de productos sin tener que escanear. A esto se suma un programa de nutrición (59 euros) a la venta en su blog, aunque por ahora solo disponible en francés.
Además desde 2018, Yuka también permite el escaneo de productos de higiene y cosméticos. En este caso, la app devuelve información de estos artículos en función de los riesgos para la salud que puedan conllevar como si elementos cancerígenos, alérgeno, disruptor endocrino etc.
Hasta la fecha la base de datos cuenta ya con un total de 450.000 productos alimenticios y 150.000 cosméticos registrados.
//Fuente: Business Insider